La voz del pueblo, vox Dei

Como no recordar la famosa frase de 1,769 del señor Thomas Thynne, donde en resumidas cuentas manifiesta que la voz del pueblo es la voz de Dios, por lo tanto, debe de atenderse. El intento de manifestación de este sábado, especialmente en la plaza central de Guatemala quiérase o no, debería de comenzar a pensar a nuestro presidente constitucional.

Esta vez fue la oposición la que salió a expresarse, el verdadero pueblo, el que está a la expectativa del actuar de nuestras autoridades, se quedó en la casa nada más observando y quizá todavía dándole la oportunidad especialmente al señor presidente a que tome verdaderamente las riendas de los compromisos asumidos. Las imágenes fueron elocuentes, nuevamente los mismos que trataron por todos los medios de intentar la renuncia del presidente anterior, volvieron a visitar la plaza central. No hay que ser ciegos, ante lo que se ve.

Dicho con respeto, mismos tambores, los mismos peludos, la discutible imagen de Ernesto Guevara, y otras caras que no se dejan ver porque siempre se han escondido detrás de los trapos negros y rojos para evitar ser descubiertos. Y como siempre, se visualizaron los rostros de personajes que trabajan en el sector público y devengan buenos miles de quetzales a través de nuestros impuestos. Situación que no es ningún delito, en vista que también les asiste el derecho constitucional a manifestarse en forma pacífica. El problema radica en que revuelven sus funciones con temas ideológicos.

Sin discusión, nuevamente el asunto se volvió más político que buscando los verdaderos intereses de la nación, sin embargo, puede que por acá comience una cruzada de descontento, en donde el verdadero pueblo exija cuentas claras al presidente y los ministros involucrados en la coyuntura actual. O toma el verdadero rumbo de gobernanza según el compromiso asumido y la confianza de los guatemaltecos puesta en su persona, o puede que quizá le toque entregar la banda presidencial antes del tiempo legal constituido.

Póngase las pilas don Alejandro, no defraude a los guatemaltecos, quienes depositaron su confianza a través de un proceso democrático. Usted mismo lo expresó cuando asumió la primera magistratura del país, de sus mismas palabras, “Han sido 20 años de lucha por llegar a la presidencia, yo no les voy a defraudar” más la otra frase que usted hizo famosa, “No quiero ser recordado como un hijue#$%*#% más” Hasta aquí se lo manifiesto, la segunda frase se la está ganando a pulso. Ante lo hecho pecho, como reza un refrán popular. Cúmplale a los guatemaltecos según las normas establecidas y el mismo mandato constitucional, porque el pueblo que vota y decide está al acecho de su accionar.

En otro orden: Los cubanos, o despertaron o se recordaron que tienen derechos. Al grito de libertad, esta vez reclaman medicamentos y comida porque tienen hambre. La pandemia, cada vez deja al descubierto a los desgobiernos como el nuestro.