Las necedades de doña Sandra. El mundo caprichoso de la política.

Bien dicen que el poder y el dinero embrutecen a la gran mayoría de los políticos.

Escribir acerca de esta apreciable dama, considero no alcanzan 360 días, así también se podría completar un libro entero hablando de las pericias, sueños o pesadillas y los alcances que pretende por llegar a la silla más apetecida de Guatemala. Mágicamente la silla que provoca Alzheimer, sencillamente porque quien en ella se sienta automáticamente se olvida de promesas, honorabilidad, honestidad, juramento político constitucional y sobre todo de luchar a brazo partido por los problemas reales que aquejan al país.

Políticamente todo comenzó para la señora Torres en el año 2,008, precisamente cuando su esposo ganó la presidencia del país, abanderado por el partido que por razones desconocidas o favores judiciales aún sigue vivo. Se notaba la presencia de la señora como todo un poderío detrás del trono. Según números y datos de algunos medios, del período presidencial del señor Colom la señora que hoy nos ocupa en esta nota administró cerca de veinte mil millones de quetzales en los famosos programas sociales. Que recuerde fue y ha sido el único período presidencial en donde la primera dama amasaba tanto dinero y se involucró hasta de cabeza en las decisiones que por situaciones morales no le competían.

Ha quedado demostrado, que las dádivas que se entregan políticamente a los disque necesitados, no son suficientes argumentos para alcanzar la máxima magistratura, pesan más los desbalances y el grado de simpatía que debe de alcanzar candidato alguno para hacer clic en el electorado. A doña Sandra no le han alcanzado, ni el dinero que le ha sobrado, ni la organización de su tradicional partido, ni mucho menos el ponerse a llorar frente a un micrófono, manifestando que se divorcia de su esposo para casarse con el pueblo de Guatemala. (Quien no recuerda el famoso fraude de ley o prohibiciones del ordenamiento jurídico)

Que pretende doña Sandra, precisamente en estos momentos está peleando la secretaría de su partido o el partido que le arrebató a su ex esposo. A sus 65 años aun soñará con llegar a la presidencia o será simplemente actora al seguimiento de la agenda de un grupo de personas. Considero que, si la justicia se aplicara sin sesgo alguno o con una CC apegada a derecho, ella estaría como otros políticos realmente rindiendo cuentas por varios delitos electorales y el partido que ahora pelea ya fuera parte del pasado político del país, quien añora una renovación profunda de partidos y políticos.

La historia lo ha remarcado, mientras existan los políticos de la talla de la que ahora nos ocupa en estas líneas, lo más seguro es que:

• Siga el desencanto en el electorado

• La presidencia la obtenga el segundo en el conteo.

• Veamos en la palestra a los mismos vividores de siempre

• Un sector político dividido y

• Que nunca salgamos del atolladero político actual.

Es urgente, una reforma de fondo a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sencillamente porque aparte de que les dejaremos a los que nos siguen un país en decadencia total, para colmo de males parece que también les dejaremos los mismos pseudo políticos que tanto daño han hecho a Guatemala durante años y décadas. daga